Costas y Marinkovich perderían apoyo. Los concurrentes a votar no llegarían al 32%. La mayoría de los cruceños quiere autonomía, pero rechaza este estatuto.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia/1ro de mayo
Fernando Zerpa (Movimiento Bolivia 14 Departamentos)
Los últimos movimientos de la Prefectura de Santa Cruz, encabezada por Rubén Costas, no hacen más que confirmar lo que los medios masivos de comunicación se niegan a admitir: La baja notable del apoyo al estatuto autonomista-separatista, y el crecimiento del temor a un escenario ganado por la abstención (Abstención que no implica necesariamente un apoyo a Evo Morales, sino el rechazo de los cruceños a lograr su autonomía bajo presiones).
La denuncia de Costas sobre la presencia de supuestas fuerzas militares venezolanas en Santa Cruz, la existencia de indígenas armados de Mato Groso del Sur alojados en las barriadas de Plan Tresmil, su denuncia sobre que "indígenas chiquitanos estarían trayendo cajas de raíz curare -mortalmente venenosa- desde Brasil, para atacar a los anforistas el día 4 de mayo", la invasión de los cocaleros del Chapare, una irrupción de los pobladores de Plan Tresmil al centro de la ciudad de Santa Cruz, rompiendo vidrieras e incendiando comercios, el ingreso del ejercito de los Ponchos Rojos "deguellaperros", etc; han provocado una sensación de espanto y desasociego al electorado cruceño que ha visto superada su capacidad de digestión mediática, harta del bombardeo mediático de uno y otro lado.
Todos estos acontecimientos, reales o imaginarios, provocarían un aumento del abstencionismo, con el que el Pueblo Cruceño reaccionaría ante tanto manoseo. Tanto Costas como Marinkovich estarían buscando varias hipótesis para hecharle la culpa al fracaso del Estatuto, el domingo 4 de mayo: venezolanos, flechas chiquitanas con curare, indios brasileños, ponchos rojos, cocaleros, plantresmilenses.
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