LOS PREFECTOS OPOSITORES TEMEN QUE EL "EFECTO SANTA CRUZ" SE MULTIPLIQUE Y SE FORTALEZCA LA ABSTENCIÓN EN LOS PRÓXIMOS REFERENDUM AUTONÓMICOS

Villamontes, Tarija, Bolivia, 9 de mayo/Semanario Oriente Boliviano + Boletín TodoChaco
Reuniones secretas relámpagos, consultas telefónicas intensas, varias encuestas encargadas a empresas de Salta, serían los primeros síntomas de los temores que enfrentan los prefectos Mario Cossio de Tarija, Ernesto Suarez de Beni y Leopoldo Fernandez de Pando, ante la cercanía de sus respectivos referéndum departamentales, donde se someterán sus estatutos autonómicos a la aceptación o de sus respectivos pobladores.
Lo que ya se empezó a denominar "efecto Santa Cruz", con un importante respaldo de la abstención promovidos desde el gobierno de Evo Morales (ATB da 40% de abstención en Santa Cruz, el pasado 4 de mayo, el gobierno ya habla de más del 50% entre anstención y NO, y otras fuentes hacen trepar la abstención hasta casi el 60% de los empadronados), es un efecto no querido, pero temido por los 3 prefectos orientales que esperan afrontar las próximas consultas autonómicas.
Los tres prefectos (Cossio, Suarez y Fernandez) saben que el Departamento de Santa Cruz era el más fuerte del movimiento autonómico, y que sin embargo no pudo establecer un triunfo claro del SI, y que con los mismos votos, Evo y Costas argumentan dos resultados bien diferentes.
Otro factor al que temen Cossio, Suarez y Fernandez, es el reavivamiento de las reivindicaciones regionales que asoman al interior de sus departamentos con mayor o menor fuerza, según los casos. En Santa Cruz, la Chiquitanía, Guarayos, Cordillera, Plan Tres Mil y casi todo el Norte Integrado fueron los distritos que "arruinaron" la fiesta del Comité Cívico Cruceño y de la Prefectura.
1)-Beni: La provincia Vaca Diez (el distrito más poblado del Norte Boliviano) quiere desmarcarse de Trinidad, anexar el Departamento Pando, formar un nuevo Departamento Amazonia, y trasladar la capital desde Cobija a Riveralta. Las extensas regiones de Mamoré Oriental y Mamoré Occidental reclaman autonomías regionales que les permitan dejar de depender de Trinidad. La mitad de la provincia de Marbán es reclamada como propia por la provincia cruceña de Guarayos.
2)-Pando, por su escasísima población (60.000) podría ser anexada por la Provincia Vaca Diez, quién llevaría la capital a Riveralta.
2)-En Tarija, de las seis provincias que tiene, 2 (Gran Chaco y O'connor) quieren desmarcarse para formar el "mítico" décimo departamento Chaco, junto a 2 de Chuquisaca y la provincia Cordillera (chaco cruceño), que se declaró autónoma el pasado 4 de mayo, en rechazo a las élites cívicas cruceñas. Una tercera provincia, Arce, podría formar el Departamento Bermejo. Cabe destacar que aquí los problemas de integración departamental están relacionados con el manejo de los hidrocarburos. Estas tres provincias "rebeldes" pobladas por chaqueños y bermejeños, que no se identifican los chapacos (tarijeños del nor-oeste), representan la mitad de la población tarijeña, pero el 75% de su territorio.
Por esto, los 3 prefectos vienen preparando desde hace 2 años, grupos de choque (similares a la Unión Juvenil Cruceñista), pagados por los ganaderos, para contrarrestar a quienes se nieguen a apoyar a los estatutos autonómicos. En Tarija están los "montoneros de Uriondo" fieles a Mario Cossio (que ya han producido hechos de amedrentamiento a los pobladores de Chaco) y en Beni, los "estudiantes secundarios de Guayaramerín" (no es casual que esta localidad está en la provincia Vaca Diez, la más dispuesta a separarse de Beni.
El MAS confía en que todas estas regiones y provincias más las étnias indígenas del Oriente Boliviano (postergadas históricamente, tanto por los gobiernos de La Paz, como por las cabeceras departamentales), van a resistir los estatutos , y propiciar una abstención activa.
Otro tema que preocupa, son las acciones del escurridizo dirigente de Chiquitanía, Tulio López, que fogoneó la abstención en varias provincias de Santa Cruz, y hasta se dió el lujo de enviar 150 hombres a Cordillera y 30 a Monteros, para apoyar los bloqueos de los pobladores contrarios al estatuto. Dicho dirigente reclama directamente la partición del Departamento Santa Cruz, para dar lugar al de "Chiquitanía y Guarayos".
Los tres prefectos saben que el escenario es pantanoso y espinoso. Y están evaluando los "costos y beneficios" de resultados "a la cruceña", donde nadie sebe con certeza quien ganó. Todo esto, aún más revuelto con la revocatoria de mandatos sobrevolando sus cabezas.