viernes, 25 de julio de 2008

SALAME. NUNCA UN APELLIDO TAN BIEN PUESTO

La jueza Silvia Salame Farjat puesta a dedo en el cuoteo del gobierno de Goñi, para evitar que a este lo juzguen, pasará a la historia de Bolivia como lo que es: Una SALAME. Nunca tan bien profetizado un apellido desde su nacimiento. Tras que es una, suplente y faltan 4 miembros del tribunal para emitir un fallo, la jueza cuoteada le quiso hacer un favorcito a su am...igo Manfred Reyes Villano.
¡Hay doña Salame! ¡Hay que tener estómago! Lo decimos por usted, no por él. Nosotros ya vimos su foto veinteañera, y la verdad nos sacamos el sombrero, por no sacarnos otra prenda... ja ja Pero él, ni bañándolo lo podemos mejorar. "Aunque el mono se vista de seda, mono queda".

4 comentarios:

Andrés Pucci dijo...

criticar a alguien por su apellido es falta de argumentos; si la criticas por estar puesta a dedo, deberías criticar a casi todas las cabezas de las nacionalizadas y a Exeni. La ley del embudo es la que nos rige ahora...
saludos.

Anónimo dijo...

Acuerdo con el señor Pucci. Habría que elegir a todos los jueces de nuevo, porque su origen es espúreo.
¿Cómo va ha haber imparcialidad, si todos fueron "cuoteados", es decir "repartija" entre partidos políticos?

Anónimo dijo...

el enano Horacio Martinez, presentador estrella de canal 7 jajaja
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Oye enano miserable ¿ donde pillaras pega cuando ya no este tu papi Evo ? jajaja


El Canal 7 no es del Gobierno

El oficialismo, con el Canal 7, no busca brindar información ni mostrar la diversidad de pensamientos y realidades de los bolivianos.

Sería una ingenuidad pensar que la decisión del Gobierno de tomar control absoluto de Canal 7 no tiene un carácter eminentemente político. El Decreto Supremo 29602, que designa al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, como Presidente del Directorio de la Empresa Nacional de Televisión Boliviana (ENTB) y a los ministros del gabinete como parte de la misma entidad, fue aprobado dos meses antes del referéndum revocatorio del 10 de agosto y apunta a terminar de alinear a ese medio de comunicación con la campaña del oficialismo.

De esta forma, el Ejecutivo no hace más que seguir la misma política que impusieron las gestiones gubernamentales de los tan mentados tradicionales. Es decir, utilizar un medio estatal para fines político-partidarios, un retroceso para la democratización de la comunicación pública.

El Canal 7 no es un bien del partido de turno, en este caso del Movimiento Al Socialismo (MAS), ni el Gobierno que, circunstancialmente, encabeza el presidente Evo Morales.

Quizá no fue comprendido por los hombres del Ejecutivo. Como dice la frase de su presentación, ese medio de comunicación es un bien público, es “el canal de los bolivianos”. Es decir, debe responder a los intereses de todos los ciudadanos que habitan el país, no sólo los que respaldan la gestión del MAS.

Está claro, para que el que no lo haya comprendido, que el oficialismo, con el Canal 7, no busca brindar información ni mostrar la diversidad de pensamientos y realidades de los bolivianos. El Ejecutivo apunta a mostrar una sola posición frente a la coyuntura política, cayendo en lo que tanto cuestionó el pensamiento de la izquierda boliviana, el “pensamiento único”.

Sin decreto de por medio, cae de maduro que el Canal 7 se ha transformado en una unidad de base del masismo. Causa risa y vergüenza ajena observar al presentador Horacio Martínez, quien a medianoche despotrica contra los opositores y alaba la gestión de Morales sin ningún atisbo de imparcialidad, mesura, criterio, objetividad ni honestidad profesional.

La organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) alertó que la cuestionable decisión se adopta en medio de una profunda polarización por la que atraviesa Bolivia y no hace más que agravar la crisis política. La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) también advirtió que la resolución advierte que el canal estatal terminará de perder la imparcialidad, lo que constituye un atentado contra la libertad de prensa y de expresión.

Que hasta el momento el Canal 7 haya estado a merced de los gobiernos de turno no es justificativo suficiente para que el Ejecutivo se apodere de forma tan burda de un bien que es de todos los bolivianos.

Anónimo dijo...

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